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5 propuestas de mobiliario urbano sostenible

El fin de semana es un tiempo de convivencia entre familiares o amigos. A veces salimos a comer, o preferimos irnos de fiesta por las noches. En otras ocasiones, mejor damos un paseo por la ciudad, aprovechando todo lo que un espacio abierto puede ofrecernos. Es en esos momentos donde aprovechamos más los mobiliarios urbanos. 

Si el clima es adecuado, estos objetos pueden cobrar más valor que los edificios, porque es en la calle, en los parques y en las plazas donde la gente pasa más tiempo y cultivan sus relaciones. Hoy, ¿qué sería de una ciudad sin esas facilidades para descansar, ejercitarnos o tirar la basura?

Todos usamos el mobiliario urbano (hasta lo necesitamos), sin darnos cuenta del valor que nos ofrece. Ahora, es tiempo de que evolucione con los mismos criterios de calidad, cantidad y ubicación, pero agregando la sostenibilidad y el cuidado al medio ambiente.

Comodidad sustentable

El mobiliario urbano sostenible está pensado para ser útil, duradero y democrático. Combina las nuevas tecnologías con materiales renovables para minimizar la contaminación, ahorrar energía, preservar la belleza urbana y contrarrestar el cambio climático. Seguro que los has visto, cada vez son más comunes; si no es el caso, pon atención a las siguientes innovaciones: 

1. Iluminación solar. Les dicen “faroles solares” porque incluyen una batería que se recarga con paneles solares (fotovoltaicos) en el día, para iluminar el farol durante la noche. Sí se minimiza el gasto energético de la ciudad. 

faroles solares

2. Paradas smart. El diseño es de Smart Cities Lab. Son paradas de camiones (o marquesinas) donde se puede comprar abonos de transporte, vía móvil, planificar la ruta y consultar información sobre el tráfico. También funciona con paneles solares, e incluye motores eólicos que aprovechan el viento citadino. 

parada smart

3. Botes “subterráneos”. Para eliminar los malos olores y recuperar el espacio peatonal, estos botes de basura almacenan los residuos en contenedores ocultos bajo tierra. Su diseño no es nada invasivo (como el de los botes o tambos tradicionales), facilitan la recolección y también se dividen por tipo de basura para promover la cultura de reciclaje. 

botes de basura subterráneos

4. Jardineras inteligentes. Son esas macetas que a veces bloquean andadores o cruces peligrosos en las calles. ¿Qué tal si pudieran moverse para dar el paso a vehículos especiales o gubernamentales? También pueden desviar el tráfico en caso de accidentes, o cuando se tienen que hacer las típicas reparaciones de baches en el asfalto. 

jardineras inteligentes

5. Juegos sostenibles. Antes disfrutábamos los columpios de metal (a veces oxidado) en tierra o pasto, y después los de plástico en superficies antigolpes. Ahora, los parques infantiles disfrutan de juegos hechos con materiales reciclados (como llantas), o madera natural. Algunos también instalan columpios que aprovechan el péndulo de los niños para generar energía. 

juegos infantiles sostenibles

Si en el año 2050, 66 % de la población mundial vivirá en áreas urbanas (de acuerdo con la ONU), ya necesitamos ciudades inclusivas, recipientes y más verdes para disfrutar vidas sostenibles. Un buen paso para empezar es Cradle to Cradle. Esta certificación es una ‘ecoetiqueta’ que reconoce a los que innovan con productos sostenibles. Evalúan el producto y sus componentes, con los siguientes factores: 

  1. Salud humana y ambiental.
  2. Capacidad de reciclaje.
  3. Consumo de energía renovable.
  4. Emisiones de CO2.
  5. Consumo de agua.
  6. Responsabilidad Social Empresarial.

 

Junto con los parques y jardines, el mobiliario urbano da comodidad y utilidad. Ahora, que sea más eficiente, contribuye además con el cuidado al medio ambiente. 

 

Con apoyo de ecoesmas, Hufftington Post y Sostenibilidad Para Todos



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